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miércoles, 5 de mayo de 2010

DECIMOTERCER DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. XIV.

Primer mensaje.

Tomas el perfume de la tierra rociada por la lluvia
Te vistes con las hojas secas del parque
Y las más bellas flores de "Chez Baumann"
Y te tocas con el pájaro
Haces tus collares de llaves oxidadas
De guijarros pulidos por el mar durante mil años
Y avanzas como Josefina por el bulevar
Tú, paloma blanca en la ciudad
Saltamontes en la montaña
Agua fresca en mi pensamiento
Tú, que sabes hablarme tan bien del aire
Jugando conmigo a juegos de palabras abiertas
Donde tu humor aferra la aventura empleando la palabra exacta
En la cita de los leones de mayor talla
Tú que pelas las naranjas como nadie en el mundo
Tan abierta a la gran caricia
Friolera sobre la alta veranda
Rodeada por las damas blancas que amas
Y que te dan miedo
Porque no te gusta torcer la ropa, lástima
Tú la asombrada del átomo
Dándome explicaciones físicas
Sobre la playa negra a la que iremos un día
Portadora de microscopios en venta
Para ir a los Pirineos
Amo
Lo sabes tan bien como yo.

Segundo mensaje.

El agua del mar se había transformado en petróleo y
un niño jugaba con cajas de cerillas en la playa.

lunes, 31 de agosto de 2009

DUODÉCIMO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. XIII.

Primer mensaje.

Entra Astrakán, rey de la Rumba, de la Rumba guapa del festival estival.
Entra, Astrakán, con tu rosa roja siempre fresca en la solapa de tu chaqueta violada.
Con tu corbata verde tan llamativa que no se ve más que tu corbata.
Tienes el asunto de la calle Fortuna que te espera
Entra, Astrakán, tienes el humo la disputa y tu cuchillo... más tarde tienes la policía que tú sabes jeringar
Y la gillotina no es más que una hojilla de afeitar para tí, rey del Espanto.

Segundo mensaje.

Sé, mi muy querido amigo, que no gustas de las formas infieles
Sé que cuando el cigarrilo se enciende es la ceniza la que tendrá razón.
Pero sé también que tu prestigio de gran explorador de habitaciones de hotel se detiene ante el infinito de un armario de espejos.

martes, 23 de junio de 2009

UNDÉCIMO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. XII.

Primer mensaje.

Perfil dónde comienzas dónde estás dónde acabas
Acabas probablemente, en el perfil, perfil
Gran perfil bello feo ojo nariz boca
Cortado de perfil
Por la línea del espectador en ángulo de perfil
Se habla del perfil griego y no se hace el amor de perfil
O bien se hace el perfil del amor
Se suprime por doquier el pesado perfil de astrakán
Hermoso
Cuando masacra con la palabra hipócrita
Mientras aguarda de perfil
Ni sol ni luna pero la idea de una inmensa estafa
Perfil de Astrakán y feo de rodillas
De perfil bien entendido al borde del Mediterráneo.

Segundo mensaje.

Marcoussis Rosacruz y línea rota
Dos fechas dos perspectivas y creedme
La gran nariz triangular y violeta del fuego.
Maud teléfono esmalte fuego del horno
Gran calor temperatura de temperaturas
He aquí la gran Alquimia he aquí la gran ilusión
La gran Maud descendiendo la escalera de servicio
Con los diamantes más grandes de la historia.

viernes, 17 de abril de 2009

DÉCIMO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. XI.

Primer mensaje.

Triunfo pernod y los fuegos de artificio del espíritu giran alrededor del faro
Triunfo golondrina y las nubes de invierno pasan hasta delante de las ventanas del emperador, vaya con las nubes.
Triunfo conquista y el sable toma el sitio de la estilográfica encantadora, ¿no es verdad M. Bonaparte? fantasma o carroña
Triunfo París o triunfo pintura, cine o literatura. Ni siquiera hablemos de grandes catástrofes como, por ejemplo, la Ópera en una camita blanca (*)
Triunfo espacio tiempo y todo el mundo está jeringado ¡pues bien! triunfo espacio tanto peor para el emperador.

Segundo mensaje.

El block black gato y el azul gato a block, a Robson le aparece como un juglar en la feria romántica.

(*) Le petit lit blanc, gala que se celebra en la Ópera de París para recaudar fondos destinados a la infancia.

viernes, 30 de mayo de 2008

NOVENO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. X.

Primer mensaje.

Como se ve una vez en la vida
Como una paloma blanca con el pico de oro fino
Con alas de punta de diamante
Ella
Como el cocktail Revelación
Como la flor de la era cuaternaria
Como el león fantasma
Como la sombra a las seis
Como la fuente petrificada en los placeres del vértigo
Como C de Cleopatra
Flecha como pantera negra
Arco iris como el perfume de su piel
Revólver como envidia
Escorpión como la invención desde la nada
Picasso como la maravilla de la era atómica
Ella
Todo tomar y todo dejar
Ella lágrima difícil fácil
Que sabe escribir y muy mal calcular
Una oruga le haría recular de horror
Pero no un toro de lidia al que se le vence
Naturalmente
Ella la loca del país con su vestidito de lechuga marchita
E...

Segundo mensaje.

Que los colores me vengan de España
Un compás de una calle de París
Y de Italia un arlequín.

viernes, 9 de mayo de 2008

OCTAVO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. IX.

Primer mensaje.

¿Qué piensa el toro del traje del torero?
¿Y del caballo que él mata?
¿Qué piensa el pájaro del rojo vivo?
¿Qué piensa el león del horizonte?
Y el armario de espejos ¿qué piensa de la habitación del hotel?
¿Y el murciélago del paraguas?
La brújula ¿por qué piensa siempre en el Norte?
Quien hace el abanico ¿pensará en el calor?
¿En qué piensa aquel que abre una lata de sardinas?
Y la gallina ¿qué piensa la gallina de una pelota de golf?

Segundo mensaje.

El inventor de la cremallera (americano) y el de la traba de ropa (?) se encuentran a las cinco y un minuto muy exactamente en el punto central de la Plaza de la Bastille el 25 de junio de 1937.

sábado, 3 de mayo de 2008

SÉPTIMO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. VIII.

Primer mensaje.

El vaso con bigotes para escapar de la policía.
DESCRIPCIÓN: un vaso ordinario en el borde del cual se encuentra encolado un bigote tan imponente como se pueda sin detrimento de la verosimilitud.
MODO DE EMPLEO: cuando el usuario del vaso con bigotes esté en una taberna y la policía haga una redada, se pondrá a beber. El bigote se adapta a su labio superior, y le vuelve momentáneamente irreconocible.

Segundo mensaje.

Así la policía tendrá el bigote que se merece.

miércoles, 30 de abril de 2008

SEXTO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. VII.

Primer mensaje.

"El que ve al búho al momento quiere matarlo,
Pero yo que me conozco el paño,
Nada de eso, mi viejo, nada de eso."
(canción cubana.)

Segundo mensaje.

No molestes al átomo, es muy pequeño en comparación con su fuerza.

jueves, 27 de marzo de 2008

QUINTO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. VI.

Primer mensaje.

Cézanne, que estaba influenciado por la naturaleza, descubrió la manzana y exclamó al terminar su lienzo: "¡La pintura no es un hipopótamo, LÁSTIMA!". Cada uno creyó que era verdad.
Trescientas mil manzanas fueron pintadas en el espacio de diez años. Una vez más triunfaba la manzana sobre el hombre.
La época actual tiende hacia el hipopótamo. Y el día en que Picasso pinte uno, la pintura será hipopótamo y trescientos mil hipopótamos cubrirán las paredes de las generaciones venideras.

Segundo mensaje.

Fuego candado
¿Clausura o entrada libre a los museos?
-Fuego.

lunes, 25 de febrero de 2008

CUARTO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. V.

Primer mensaje.

El pirata moría
Riendo hacia las nubes
Sobre la playa negro terciopelo
En Tenerife.
Amor de pirata
Amor de aire
Arco iris de taberna
Tabaco ron y golondrina muerta.

Segundo mensaje.

Es Valentina la pirata
Que desciende los Pirineos
Con un gran acordeón
Va a la busca de fantasmas
En el palacio moscovita
Un lagarto, tijeras en cruz
La puerta se abre sola
Tinta derramada
Lucecilla en lontananza
Que se enciende y que se apaga.

jueves, 14 de febrero de 2008

TERCER DÍA.

Óscar Domínguez.
Continunación. Los dos que se cruzan. IV.

Primer mensaje.

Descripción y uso del Kirius-kirius o tenazas para obtener el dinero de los cepillos de las iglesias.
El Kirius-kirius es una tenaza de 30 o 40 centímetros de longitud. Está hecha de acero a la vez ligero y resistente. Las dos extemidades están guarnecidas de dientecillos dirigidos hacia el interior. La posición de reposo es tal que las mandíbulas quedan separadas y no vuelven a cerrarse más que bajo una cierta presión.
Cuando se desliza el Kirius-kirius en el cepillo de una iglesia, cuya hendidura es siempre estrecha, los dos brazos se contraen, y se abren, desde que son liberados, en el interior de la caja. El aparato se encuentra entonces casi enteramente en la caja, los brazos separados.
Desde que se le retira, la estrechez de la hendidura provoca la aproximación de los brazos. Consecuentemente raspan el fondo del cepillo y atrapan entre sus dientecillos los billetes de banco depositados por los fieles. Cuanto más se sacan las tenazas del cepillo, con más firmeza agarran los billetes de 5, 10, 100, 1.000, etc... Cuando salen del todo, la cerrazón de los brazos se habrá reducido al mínimo, no hay más que coger los billetes con la mano derecha -o la izquierda- y los billetes sacados a la luz no tienen más que ser recogidos por el operador.
El Kirius-kirius no atrapa monedas de metal, pero la pérdida no es grande por los tiempos que corren.

Segundo mensaje.

Muchos riesgos para beneficio mínimo.

domingo, 10 de febrero de 2008

SEGUNDO DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. III.

Primer mensaje.

Flor de caracol
Amor de flechas
Cardenillo de microscopio
Entre Limoges y París
Aurora boreal de la perla.

Segundo mensaje.

Benjamín flor de jazmín
Dame tu pequeña mano
Yo te ofreceré un Pernod
Que signifique la revolución.

sábado, 9 de febrero de 2008

PRIMER DÍA.

Óscar Domínguez.
Continuación. Los dos que se cruzan. II.

Primer mensaje.

¿La guerra?
No.
¿La paz?
No.
¿La pintura?
No.
¿La ciencia?
Nunca.
¿El amor?
Sí.
¿El espacio?
Siempre.
¿Siempre?
No.

Segundo mensaje.

Nada de historias.

jueves, 22 de noviembre de 2007

SUEÑO DE M. ROBSON.

Óscar Domínguez
Continuación. Los dos que se cruzan. I

Una lluvia torrencial, un velero atraviesa la lluvia como un pájaro.
Flecha y pájaro avanzan, un relámpago ilumina un paisaje cósmico.
Este paisajes está cortado por un rectángulo semejante a una pantalla de cine.
En claroscuro se desarrolla la escena siguiente:
El punto central de la Plaza de la Bastille. A la izquierda, perspectiva muy alargada de una pared blanca sobre la cual se ve un cartel donde está inscrita la palabra: ESCRIBIR:
A la derecha un inmenso obelisco en el que están suspendidos, unos sobre otros, anuncios de barbería, anuncios de tabaquería, de remendones, de zapateros, etc...
En primer plano, del lado izquierdo y del derecho, aparecen los dos que se cruzan, uno viniendo del Norte, el otro del Sur. Se cruzan y desaparecen por los ostados de la pantalla.
*
El ruido del cañón despierta a M. Robson, y, muy pensativo, medita sobre su sueño y sus relaciones con aquello que vio desde la ventana.
Llega a la conclusión de que este sueño formula una demanda. En consecuencia, va a colocar en el punto dentral de la Plaza de la Bastille un velador de prestidigitador, sobre el que deposita un anuncio de barbería.
A las cinco y un minuto los dos se cruzan si manifestar nada.
Al día siguiente sobre la mesa un anuncio de tabaquería.
A las cinco y un minuto los dos se cruzan si manifestar nada.
Después de toda suerte de anuncios ensaya otros objetos: revólvers, flechas, pájaros muertos, espirales, pequeñs guijarros, flores marchitas, damas de bastos, etc... hasta el día en que, acordándose bruscamente del cartel de su sueño, va a colocar sobre el velador dos soberbias estilográficas americanas, de las del tipo que suele escribir 2 años y 20 kilómetros sin que se haya de cambiar la tinta o renovarla.
El día más bello de la vida de M. Robson había llegado. A las cinco y un minuto, los dos que se cruzan se detienen en el punto central de la Plaza de la Bastille, se dirigen como flechas hacia el velador, toman cada uno una de las mencionadas plumas y vuelven a partir, uno hacia el Norte, el otro hacia el Sur.
Al día siguiente, a las cinco y un minuto muy exactamente, los dos que se cruzan dejan caer sobre el velador, en el punto central de la Plaza de la Bastille, dos pergaminos enrollados, lastrados con pequeños sellos de plomo, y M. Robson se precipita para saber su contenido.
*
A partir de ese día los dos que se cruzan lanzan diariamente sus mensajes.

sábado, 29 de septiembre de 2007

LOS DOS QUE SE CRUZAN.

Óscar Domínguez

Les deux qui se croisent. (París: Fontaine, 1947).

(Traducción: Carlos Gaviño de Franchy, Maud Westerdahl).

Para Maud

Con una precisión matemática, una regularidad desconcertante, una exactitud angustiosa, una puntualidad milimétrica, los dos que se cruzan, que se cruzan siempre con una precisión muy matemática, una regularidad muy desconcertante, una exactitud muy angustiosa, una puntualidad antipoéticamente milimétrica, uno viniendo del Norte y el otro del Sur, los dos que se cruzan, digo, se cruzan.
Se cruzan siempre en el punto central de la Plaza de la Bastille; uno viniendo del Norte y el otro del Sur, a las cinco y un minuto muy exactamente.
El primero trae el pájaro, el segundo la flecha.
Nada impide este cruzamiento; ni la tempestad poblada de sirenas, a la alerta de los relámpagos; ni la revolución, siempre avanzando, roja y bella, sonrisas y lágrimas de un revólver apuntado como el gran señor del espacio frente al enemigo n.º 1, ni la toma de la Bastille, cuando la fortaleza se convierte en una torre de cartas de baraja donde el rey cae como una colilla, ni el eclipse triunfo negro.
Siempre, desde el año de gracia de 1702, desde el día del gran cometa, los dos se cruzan en el punto central de la Plaza de la Bastille.
Después de tanto tiempo cruzándose, nadie les ve: los hombres de negocio pasan en auto, los vendedores de periódicos en bicicleta, los enamorados tomados de la mano, los avaros con una moneda apretada en el puño izquierdo.
*
Un hombre tras su ventana, un anciano, un amañado, trabaja en una habitación triangular, Plaza de la Bastille, en la puesta a punto de una ingeniosa máquina para realizar el movimiento perpetuo: curioso aparato basado en el principio de la brújula, donde dos bolas de estaño se cruzan indefinidamente. Esta máquina, dorada, plateada y encerrada en una caja caoba barnizada, está colocada frente a la ventana. Veinte horas de cada veinticuatro, M. Robson permanece sentado ante su invento, manipulando, añadiendo nuevas piezas, puliendo las antiguas. Su mirada es penetrante, en ocasiones soñadora; y ocurre que, desesperado, toma el aparato y lo tira al suelo. Los engranajes ruedan por las tres esquinas de la habitación, y son precisos varios meses, o varios años, para reparar el mal.
Un día, a las cinco y un minuto muy exactamente, ve, tras sus bolas de estaño, los dos que se cruzan en trance de cruzarse al mismo tiempo que sus bolas.
Intrigadísimo, espera horas y horas, hasta el día siguiente a las cinco y un minuto. Vuelve a ver, ahora con gran alegría, los dos que se cruzan dispuestos a cruzarse al mismo tiempo que las bolas se cruzan.
Comprende el fenómeno. Hida encontrado el movimiento perpetuo en el punto central de la Plaza de la Bastille. Rompe definitivamente su máquina y, a partir de ese día, está cotidianamente a las cinco y un minuto en su ventana para observar este curioso reencuentro.

.

viernes, 17 de agosto de 2007

Domingueando.


Otro Drago, el de Óscar Domínguez, 1933.

Por si alguien no sabe quién es:
http://es.wikipedia.org/wiki/Óscar_Domínguez
y/o
http://www.epdlp.com/pintor.php?id=3432

Aprovechando que es verano y no hay (casi) nada que hacer... En breve meteré por aquí algo más de Óscar Domínguez puesto que, por la red de redes, no hay casi nada suyo. Puede que "Los dos que se cruzan" aparezcan por aquí... Aunque sin duda no vendrán con una precisión muy matemática. Tampoco con una regularidad desconcertante. Y no tendrán una exactitud angustiosa. Admitámoslo. Serán bastante impuntuales...